¡CREO EN TI!
Por: Víctor Ibáñez Avalos
I.- Presentación:
El próximo 02 de julio se
recuerdan 97 años del nacimiento del poeta, novelista, escritor, periodista y
político, afincado en Trujillo, Julio
Garrido Malaver - nació en 1909 en la Provincia de Celendin, Departamento
de Cajamarca - a manera de homenaje a este hombre, que supo fijar una línea
política partidaria de verdadero aprista, quiero
presentar este discurso pronunciado con motivo de la presentación de su
libro cuyo titulo lleva el epígrafe, que fuera editado por la Comisión
Municipal de la MPT, integrada por los Regidores, Víctor Raúl lozano Ibáñez,
Juan Julio Lujan Burgos, Julio Chico Rivertte, Yul Bravo Burgos y Alfredo Gildemeister
Benites y que también, de paso, se convirtiera en mi homenaje
al maestro Haya de la Torre.
La ceremonia se realizó en la
noche del 18 de febrero de 1995, en la vieja casona del Mariscal Orbegozo, que
por primera y única vez, aperturaba sus puertas a una actividad literaria, en
el marco del Programa Oficial elaborado por la Municipalidad Provincial de Trujillo
en Homenaje al Primer Centenario del Nacimiento
de Víctor Raúl Haya de la Torre. Contó, entre otros, con la participación
del escritor ascopano, Teodoro Rivero-Ayllón, del escultor, Miguel Baca Rossi,
autor de la escultura a Haya de la Torre en la Av. Mansiche. El texto del
discurso a presentar, siempre quise conservarlo como algo propio, íntimo, solo después
de 11 años me atrevo a publicarlo y compartirlo con ustedes. Pero, antes,
permítame exponer algunos pormenores y recuerdos sobre el personaje principal.
Con don Julio Garrido me unió
una gran amistad y admiración, que, lamentablemente para mí, se cultivo en los
años finales de su vida, y lo visitaba permanentemente en su domicilio de la
Urbanización Miraflores, anteriormente, estuvimos muy distanciados, por la
existencias de “grupos” que nunca faltan en el Partido y que creo seguirán
existiendo, por más que la voluntad de los militantes no lo quisiera. Durante muchos
años se me identificó con el grupo de la c.
Miriam Pilco Deza, por haber trabajado a su lado, durante los años de 1987-1989, en que fue Alcaldesa de
la ciudad de Trujillo. Como es de conocimiento partidario y público, ambos, se tenían
enemistad marcada a pesar que don Julio, era padrino de matrimonio de la ex alcaldesa
y habían compartido labores en el diario Norte que fundara y dirigiera el viejo
líder aprista por los años 50.
Los primeros recuerdo
provienen de la campaña electoral interna para elegir al nuevo Secretario
General del Partido, en 1986, en pleno gobierno aprista, fui incluido en la
lista que presidía el c. Juvenal Ñique Ríos, como Subsecretario de
Juventudes y con el apoyo de los trabajadores del PAIT, Programa de Apoyo al
Ingreso Temporal, auspiciado y financiado por el gobierno, en la Libertad,
conducía el Programa el Jefe Departamental de COOPOP, José “coco” Manuel Cubas Cava, laboraba como Coordinador Distrital
en Florencia de Mora, que fuera utilizado para la campaña interna partidaria,
pues en cada distrito teníamos más de 100 trabajadores contratados que fungían
de activistas, con recursos de Estado, naturalmente que ganamos las elecciones
internas, para la cual se hizo alianza con el grupo de Miriam Pilco, que
entonces aspiraba a la alcaldía trujillana, y necesitaba el aval del nuevo
Comité Departamental. Don Julio Garrido, postulaba en la otra Lista y de allí
parece que aumento mi distanciamiento del autor de la” Dimensión de la Piedra”,
por mi parte, lo sentía como una pesada carga mental negativa y después
comprendí, lo injusto que es hacer proselitismo político con recursos del
erario nacional, así, nunca una competencia electoral interna tendrá caracteres
de igualdad, de transparencia y se vulnera el concepto democrático y justo, tan
caro para los apristas.
Años después, 1989, en un Plenario
Partidario preparatorio del XVI Congreso Nacional del Partido, realizado en el Aula
Magna de Trujillo, expuse propuestas del nuevo Estatuto partidario, que fueron muy bien
aceptado por don Julio, que presidía la reunión, entonces ya Secretario General
del Comité Departamental, originaron sus simpatías a mi persona, y en el mismo
evento en la ciudad de Lima, al que asistí como delegado pleno, una mañana fui
invitado a desayunar con él, alguien le había comentado mi opinión sobre quien debía
ser el candidato a la Mesa Directiva del Congreso por la delegación de la Libertad
y por ende del norte, cargo al que aspiraba el flamante Presidente de la
Región, Juan de Dios Cubas Cava y tenía a los consabidos sobones, vinculados al
Gobierno Regional, trabajando esta propuesta, en la reunión de coordinación de
delegados, realizados la noche anterior, los enfrente y plantee que “al margen de la conducción
partidaria, la Libertad debe presentar un solo candidato y demostrar su unidad,
correspondiéndole al Secretario General, don Julio Garrido tal cargo”, como así ocurrió y de allí
comenzamos a acercarnos y fui conociéndolo.
Al regresó de Lima, en Setiembre
de 1990, se celebraba el LVX Aniversario de la Fundación Nacional del PAP, como
es de costumbre, los homenajes se realizaban en el Aula Magna y fui convocado por
él, para disertar sobre el tema, en calidad de único orador, me dijo “yo te voy a presentar y tu expones el tema
y nadie más habla”, por esos años, era muy difícil que a un joven, en este
tipos de eventos, tenga participación protagónica, de esa forma, por lo general,
los jóvenes no teníamos muchas oportunidades
-ahora es diferente- y con un Auditórium
lleno de alcaldes, regidores y autoridades partidarias. En una pizarra del
local partidario, anunciando mi actuación política, leí mi nombre al lado de del viejo luchador.
En diciembre de 1991, acudimos
ala ciudad blanca de Arequipa, al Congreso
Nacional Estatutario, donde debíamos completar el Estatuto del Partido,
sancionarlo y aprobar su vigencia, nuevamente fui invitado por don Julio, en
calidad de delegado pleno por la Libertad, además de Juan José Quispe Alva,
Julio Chico Rivertte. La Sesiones de trabajo fueron hartas exigentes, no
teníamos mucho tiempo para terminar la labor encomendado y las largas noches
fueron soportados con estoicismo por don Julio, con una sorprendente
vigorosidad, a pesar de su avanzada edad, eso me lleno de regocijo y entusiasmo
y admiración, bajo su dirección expuse las propuesta de La Libertad, que fueron
aprobadas y forman parte del Estatuto del PAP, como la no reelección inmediata de los congresistas, la separación de
funciones legislativas y partidarias, del 10 % de aporte para el Partido de los ingresos de los electos por
voto popular, incluimos el ideario, la nueva estructura orgánica y su autonomía
de los comités de bases, el respeto irrestricto de los resultados obtenidos en
las elecciones internas y diversos temas, con los cuales soñamos
transformar y modernizar al Partido y cancelar el centralismo de la cúpula
partidaria que siempre lo ha practicado, inclusive hasta ahora. ¡Los sueños
solo son sueños y la realidad es dura!, mis años de militante así lo han
confirmado.
En 1993, otra ves las elecciones internas para renovar el Comité Político, don Julio me
invito en su lista como Subsecretario General, y nos vimos obligados a
renunciar, un mes antes de la fecha fijado por el Comité Electoral, denunciamos
fraude electoral interno que preparaba el candidato oficialista de la
Municipalidad Provincial, Prof. Juan
Ortega Choz, entonces Teniente Alcalde, tenía que asegurar el Comité
Departamental para conseguir la primera reelección de Ing. José Murgia. Al poco
tiempo, se confirmó nuestra denuncia, como sabemos, Juan Ortega fue elegido Secretario
General, prácticamente postulando solo, inclusive, tuvo que fingir un cambio
domiciliario para poder postular, burlando la valla de la incompatibilidad como
regidor y dirigente político que prohibía el Estatuto. Años después nos
encontramos como empleados en la Municipalidad Provincial, compartiendo el
mismo ambiente, allí Ortega, comentando sobre el tema, me dijo “Era
preferible una reelección de Murgia antes que lleguen al Concejo, los pilcos,
los cubas cavas y los santa marías”.
Regresando al tema central, una mañana de febrero de 1995, llegó a mi
lugar de trabajo en la Municipalidad Provincial de Trujillo, doña Amelia, esposa
de don Julio y me comunico: “Mi viejo
quiere hablar contigo, te espera hoy a las 5.00 de la tarde en mi casa, no
vayas a faltar”. Efectivamente,
ese día don Julio me esperaba y me dijo:”
la Municipalidad ha publicado un libro
mío sobre Haya de la Torre, no he cobrado nada por derechos de autor, es mi
homenaje al maestro y he decidido que tu seas el presentador oficial y único
del obra, a pesar que la Comisión Municipal quiere la presencia de un
distinguido escritor con fama internacional, los he mandado a buen sitio, aquí
esta el original y prepárate”. La ceremonia fue muy emotiva, con la
asistencia de distinguidos invitados, parlamentarios, periodistas, público que
rebasaba el local, presidía la mesa el Alcalde la ciudad. Ing. José Murgia
Zannier.
Finalmente, para completar este
homenaje, transcribo el discurso
pronunciado por don Julio, durante las exequias de Víctor Raúl Haya de
la Torre, en el cementerio de Miraflores, en agosto de 1979.
II.- DISCURSO DE VICTOR IBAÑEZ AVALOS:
Damas y Caballeros:
Esta noche, en esta casona histórica que recuerda la presencia del Gran
Mariscal de Orbegozo, hemos sido congregados por la Comisión Municipal que
desarrolla el programa en Homenaje al Primer Centenario del Nacimiento de su
Hijo mas ilustre, y Genial Pensador universal VICTOR RAUL HAYA DE LA
TORRE, Tributándole el merecido
reconocimiento con la publicación de un excepcional libro intitulado ¡CREO EN TI! y cuya autoría
pertenece a la magistral pluma del consagrado poeta, novelista, escritor,
periodista y político, don Julio Garrido Malaver.
Al empezar la Presentación del libro citado, no esta demás manifestar
algunos rasgos de la personalidad del autor de la obra a presentar. Nació en el
pueblo de Celendin, el 02 de julio de 1909, sus padres fueron, don Isidoro
Garrido Velásquez y doña Juana Malaver Araujo. De origen humilde, en alguna
oportunidad recordó la estreches económica de sus progenitores “…mientras
vivíamos en ella, más de una vez nos dejamos doblegar por el sueño, esperando
una cena que mi madre no pudo servirnos…”, como poeta, esteta de la palabra, creador de
poemas, novelista, dramaturgo y fino escritor que ha alcanzado la consagración
continental. A los 20 años fue premiado, en su Cajamarca querido, por su obra
poética juvenil “CANTO A LA RAZA”, en
1937, fue coronado como poeta de la primavera en chile, por su “CANTO A LA REINA
PRIMAVERAL”.De él a escrito LUIS ALBERTO SANCHEZ, “poeta del pueblo que a diferencia
de otros de su generación, se enfrentó a las más duras circunstancias reales, sin
dar paso atrás, caracteriza una espontaneidad conmovedora, proclive al
romanticismo, amor a los animales, sentido franciscano de la vida, profunda
emoción social y sentido heroico de la vida”.
En 1944 publica su libro “PALABRAS DE TIERRA”. Pero corresponden al gran filósofo y
pensador cajamarquino, Antenor Orrego Espinosa,
estas palabras que fueron escritos hace 40 años en el Prologo del libro del vate,
que escribiera en 1955, en la carcelería durante la dictadura del General
Manuel A. Odría, “LA DIMENSION DE LA PIEDRA”:
“El poeta Garrido Malaver realiza en su ser, literalmente,
el símbolo vivo del antiguo mito. Ningún poeta americano ubicó en más próceres
alturas espirituales, la modulación sinfónica, la trama palpitante de su emoción
poética…”
Más adelante agrega al amateur Antenor Orrego:
“Ningún Poeta americano, hasta ahora trajo una expresión
tan diáfana de la emoción metafísica y
trascendentales del hombre”.
Para Antenor Orrego, los dos más grandes Poetas que se han producido en
el Perú, en lo que va del Presenta siglo, son don Cesar Abraham Vallejo y Julio Garrido Malaver y al comparar el
estilo y técnica de ambos poetas, escribió:
“La misma libertad que necesitó Vallejo para remontar las formas
retóricas de su época y lograr su versión virginal de su alma americana con una
entonación humana tan inédita y profunda, que se convirtió en el primer mensaje
universal de la nueva América hacia el mundo, GARRIDO MALAVER trae el segundo mensaje universal del nuevo
continente con una hondura metafísica jamás alcanzado antes que él.”
El conocido y respetado crítico literario de nacionalidad ecuatoriana,
ALEJANDRO CARRION, al comentar este
prologo de Orrego, escribió:
“Con la
autoridad de haber sido – refiriéndose a
Antenor Orrego el
descubridor
del cholo inmortal (César Vallejo) cuando el tiempo venga a dar la razón a sus
palabras, como se le dio con Vallejo, se le abonara este nievo crédito: Haber descubierto,
proclamado a Julio Garrido Malaver el nuevo poeta inmortal, que junto a Vallejo
da al mundo de la poesía su patria el Perú.”
Estos conceptos y los muchos más
que podríamos citar, son más que suficientes para valorar y sentirnos
profundamente orgullosos de tener entre nosotros, en este auditorio, en este
Homenaje al primer centenario de su nacimiento del maestro Indoamericano, al
Poeta viviente de mayor trascendencia del mundo de habla hispana, en el
presente siglo.
y es que nadie, antes ni ahora a cantado tan bellamente a la piedra, es
a través de ella que Julio Garrido Malaver, encuentra el misterio de la vida,
el inicio del hombre, del universo, de la muerte, del amor, del mundo entero. Los
grandes poetas de la humanidad han cantado al mar, al rió, a las plantas, a las
flores, a los yermos, al amor, al hombre, a la mujer, a los niños, al alma, pero
corresponde al vate de Celendin, Julio Garrido Malaver, el canto a la piedra y así
pasara a la posteridad.
Su gloria como poeta, continuo
con “EL CANTO A PRIMAVERA EN VARIOS
MOMENTOS” recitada en 1940,
durante los Juegos Florales Universitarios; al obtener el primer lugar, fue
homenajeado por el propio Presidente de la República, Manuel Prado y Ugarteche,
con el botón de oro y a la pregunta del Mandatario ¿Que más quería?, el poeta,
sin titubearse, le respondió “la
libertad de mis compañeros apristas, que se encuentran en las cárceles”. Debo
indicar que 5 años antes, en 1935, cuando estudiaba derecho en la Universidad
de San Marcos, la dictadura del gobierno de Oscar R. Benavides lo deporto a
Chile y allí continuo sus estudios en la Universidad de Concepción, eran los
años de la gran clandestinidad, época, en que ser aprista significaba el
destierro o la muerte, don Julio afronto también esa persecución. Luego publicó
su poemario lírico “VIDA DE PUEBLO”(1940)
y de allí para delante, como hasta ahora, viene produciendo la mas hermosa
poesía como fuente inagotable de su intelecto.
Pero, don Julio Garrido Malaver no solo es poeta, como escritor, ha
incursionado exitosamente en otros géneros literarios como la novela. Desde “LA GUACHA”, novela pastoril
entretenida, rústica, prologado por el consagrado poeta José Gálvez, en 1941,
relato de fácil entendimiento, cuyo personaje central es una oveja huérfana, (“
la
ovejita blanca cuya madre desapareció sin saberse a que hora, ni donde, que su
madre se había perdido sin remedio, eso no sabia la ovejita, pero la lloraba
incansablemente…”), con la cual ganó los juegos florales universitarios
en 1940. Es antagónica a “Los Perros Hambrientos” de Ciro Alegría.
Años después, publicaba la
prestigiosa editorial UNIVERSO una colección de seis (6) novelas entre las que se encuentra “EL FRONTON” o “LA ISLA DE LA LUNA”, escrito en las ergástulas
loberas de la Isla maldita, a donde llego por ser leal a sus ideas y al Aprismo,
“EL OTRO PARAÍSO”, etc..
También escribe Cuentos y hace algunos años, un generoso editor, le
publicó una colección de Siete Tomos de Cuentos, sumado a los 7 tomos de poesía
y al libro “El HIJO DEL UNIVERSO” editado por a Municipalidad
Provincial de Trujillo en homenaje a Cesar Vallejo. Su poema a MACHU –PICCHU, superior al escrito por
el promocionado poeta chileno, Pablo Neruda;”CHAN CHAN EFIGIE DE ETERNIDAD”,”ELOGIO A LA SOLEDAD”, Tenemos una
visión aun muy restringida de su obra, pues
casi el 80 % su producción intelectual este inédita. Don Julio Garrido
es entonces un intelectual Orgánico, produce permanentemente sin agotarse, no
se ha congelado en el tiempo ni con el éxito de sus libros de hace 50 años, no
se ha dormido en sus laureles y a sus 86 años de edad, escribe magisterialmente,
es un hombre Proteico. Como periodista, fue Director del diario trujillano “EL NORTE”.
El otro rasgo personal del autor y al referirnos al inicio de la
presentación llamándole POLITICO término
que debemos rescatar para no confundirlo con la politiquería bastarda y barata
que practican los demagogos y los oportunistas, los falsos profetas de la
política.
La política, sin citar a Aristóteles, podemos decir que para Don Julio
Garrido, como para Víctor Raúl Haya de la Torre, José Carlos Mariategui,
Antenor Orrego y a otros ilustres luchadores sociales esta elevada a la altura
de una “religión” y ella no es instrumento para satisfacer la vanidad personal
o interés propio mezquinó, o enriquecimiento ilícito a costa del erario
publico, -venia a mi memoria en esos momentos que varias veces vi lamentarse a
don Julio, por no tener dinero para pagar los predios de su casa y como sufría
para cancelar la luz y agua, pensar que había sido Diputado por Cajamarca en
1945 y Senador de la República- para ellos, la política es la verdad, la
pedagogía, es la preparación técnica y científica para construir una sociedad
mas justa, es la defensa de la verdadera democracia, es la solidaridad con los
más pobres, es un apostolado, la política es la vida misma elevada a su mayor
dimensión, por eso, ellos, consagraron su vida como políticos y dieron ejemplo
de una vida austera y heroica. Y a pesar de haber ostentado cargos públicos,
vive en pobreza, pero con dignidad.
Y como político, don Julio Garrido
Malaver han trascurrido largos 70 años, siendo muy joven se aferro a la doctrina del APRA y abrazó el
ideal, el mensaje revolucionario, del
entonces también joven, Víctor Raúl Haya de la Torre, consagrándose a su lucha,
sellando así su suerte.
Este libro que hoy nos entrega, empieza con aquel 31 de Julio de 1931, en
que conoció a Víctor Raúl, es un poco autobiográfico, con crónicos amenas de viajes
y recientes recuerdos partidarios, nos narra magistralmente como él y los
ciudadanos Cajamarquinos recibieron a Víctor Raúl en esa fecha. En realidad era
la segunda vez que el jefe del APRA, visito la tierra del cumbe.
En mayo de 1916, Don Julio Garrido, tenia 7 años y aun se encontraba en
su Celendin querido, estudiante de primaria, cuando el Joven Víctor Raúl, de 21 años llegó a
Cajamarca, por primera vez, en la delegación del antiguo Centro Universitaria
de la Libertad, del cual era Secretario,
juntos con otros dos estudiantes ALVARO De BRACAMONTE y ORBEGOZO y
JOSE EULOGIO GARRIDO, celebre y organizador del “GRUPO NORTE”, de tan extraordinaria
proyección en el Norte y el Perú, los jóvenes
universitarios trujillanos fueron invitados a participar en el Homenaje
al héroe de la Batalla del 2 de mayo contra los Españoles, JOSE GALVEZ
EGUSQUIZA, quien murió heroicamente en
el Torreón La Merced y que el pueblo Cajamarquino, generoso y patriota le
tributaba, a pedido de los estudiantes, este homenaje en su plaza Principal
simbolizado con un busto del Héroe. Para quienes gustan de la historia, podemos
decirle, que sobre este viaje de los estudiantes liberteños, existe amplia
información en los periódicos de la época, en “El Heraldo” de Cajamarca y “La Industria”
de Trujillo y dentro de poco publicaremos un libro.
Pero esta vez, Haya de la Torre,
regresaba a Cajamarca, como candidato Presidencial del Partido del Pueblo,
era quizás, el candidato a la Primera Magistratura, mas joven de la historia
del país, había llegado al Perú; después de un largo destierro de ocho (8) años
en Europa y América y enarbolaba un programa político reinvidicativo, popular y
de modernización del Estado.
El 12 de julio de 1931, el pueblo Talareño se estremeció con su llegada,
Haya de la Torre, al tocar suelo peruano se arrodillo y beso la tierra añorada
y querida, recorrió primero Piura, hasta el 12 de julio, cuatro días después,
en su cuna y posterior tumba, Trujillo, que también lo recibió alborozado, Antenor
Orrego en profético discurso le dijo “no solo te queremos supra ni infra hombre
sino hombre pleno”, hasta el 31 que llegó a Cajamarca. El Partido
Aprista Peruano ya se había fundado la noche del 20 de setiembre de 1930 y había
lanzado la candidatura Presidencial del Joven Ideólogo.
Pero, regresemos al relato de Don Julio Garrido en los preliminares o Prolegómenos, como él lo llama, del libro, y como primeramente, va a conocer al aprismo. Nos cuenta,
que se encontraba en Cajamarca como estudiante del Primer año de estudios
secundarios en el colegio tradicional San Ramón, era el año de 1928 y una noche
con sus amigos partieron al cine, un apagón fortuito, aunque parece planeado. Lo
hizo recorrer las calles Cajamarquinos, encontramos unos volantes que fueron regados
por el suelo, al momento del apagón, citemos a Don Julio:
“y previa
la justificación de mi única tardanza a clases, durante mi primer año de estudios
secundarios, por exclusiva culpa del inquietante impreso que venia desde la
capital de Francia y que, en aquella
oportunidad, me quito gran parte
de mi sueño cotidiano, Como me ocurrió después, permanentemente, el
total de mi vida”.
Eran en realidad, los cincos
puntos del Programa Máximo del Aprismo Continental: Acción contra el
Imperialismo Yanqui. Por la unidad política y económica de Indo América. Por la
nacionalización de tierras e industrias. Por la Internacionalización del Canal de
Panamá y por la solidaridad con todos los pueblos y razas del mundo. Impreso en
el volante que distribuían en toda América, la Célula Aprista de Paris fundada
en Enero de 1927, y que calaron profundo y lo estremecieron en el intelecto del
joven estudiante Provinciano. Allí empezó y para siempre mi matrimonio con
el APRA, nos dice don Julio.
Hace un momento lo salude como “Maestro de la Juventud”, términos
que simbolizan su lucha desde sus inicios por los jóvenes, del cual vamos a
extraer sabias enseñanzas he aquí sus
palabras:
“El habernos, casi siempre, utilizados a los Jóvenes solo
como maquinillas de propaganda, sobre la base de modelos que limitaron nuestras
capacidades y potencias creadoras, resultó, finalmente, una inversión casi negativa. Y si más de algo se ha podido
salvar se debe a la libérrima iniciativa juvenil. Las autoridades mayores del
Partido sólo querían de nosotros, nuestras habilidades para pintar paredes,
peñas, árboles, caminos. No se dieron cuenta de que, si eso podía ser muy importante, seria de mayor trascendencia,
el adiestrarnos a conocer y manejar los secretos del Poder, en todos y cada uno
de sus múltiples aspectos, siempre, con miras a la gran victoria que todavía se
demora en llegar y no por culpa de la Juventud, sino de quienes se proclamaron
sus Maestros y no quisieron o no pudieron serlo, como si lo fue Víctor Raúl
Haya de La Torre, nuestro Jefe, Maestro
compañero y amigo.
Una Página hermosa, es la que refiere, a la reunión sostenida con el
jefe del APRA, en la visita, la primera con la Juventud Aprista. Cajamarquina, veamos
el relato:
“En una breve reunión con
Víctor Raúl, la juventud Aprista cajamarquina se presento con todo su vigor y
pureza. A mi me tocó decir la primera palabra. Y al finalizar mi discursillo,
temblando de emoción, dije algo que he lamentado muchas veces. Dije: Compañero
Víctor Raúl, ¡Ay de usted si nos
traiciona, como ha traicionado a
nuestros Padres durante toda su vida, los políticos de viejo cuño!
El Maestro inmortal, sin
alterarse, escucho mi irresponsable
insolencia; y solo sonrió, diciéndome, eso mismo te reclamo a ti.
¡ Hay de aquel que traicione al Partido
y a su Sacrosanta Causa!.
Don Julio Garrido, también reflexiona con dureza sobre el significado
de los Apristas de los auténticos apristas. Aquí esta lectura aleccionadora:
“Muchas gentes que se han proclamado Aprista a la hora undécima, nunca
ha sabido y si lo supieron lo olvidaron, todo lo que a nosotros, con militancia
de mas de medio siglo, nos sucedió. Esos, no saben o se resisten a saber que
nos persiguieron y que nos mataron todos los días por todos los caminos y
encrucijadas del Perú, única y exclusivamente, por que todos nuestros
perseguidores fueron incapaces de comprender y valorar la generosidad de
nuestra lucha. Todo cuento hicimos fue por nuestro pueblo, no para que se engordaran los oportunistas y esos
ruines pescadores a ríos revuelto. Nunca paso por nuestras mentes la idea de
que amar a la patria, como lo hemos amado los Apristas y lo seguimos amándola,
no hará acreedores exclusivos a la persecución, al secuestro, al
encarcelamiento, a la tortura, a los destierros y a la muerte”.
Las páginas del libro “CREO EN
TI”, discurren amenamente con crónicas del recuerdo, cuya lectura harán
sonrojar a no pocos. Aquí una de ellos:
¡Compañero Garrido Malaver, usted no tiene por que estar en está ciudad
¡debería irse a su tierra o a cualquier otro lugar, por que Trujillo, no lo
olvide, es para los trujillanos y usted no ha nacido en nuestra ciudad ! Creo
que en aquella oportunidad yo no respondí como debiera haber respondido, por
respeto a nuestro jefe, pero casi ahogándome de indignación y de extrañeza, dije
solamente:
Gracias al Aprismo, todos los peruanos tenemos ganados la Libertad y el
derecho a vivir y permanecer donde nos de la gana, sobre todo, así como en mi
caso, no soy un mendicante ni estoy manchado por el crimen; Además desde niño
aprendí a ganarme el Pan con mi trabajo.
Fue que entonces me presionaron para que yo señalara la razón por la
cual, me negaba a dejar Trujillo. Yo respondí indignado, a toda voz: ¡Yo
jamás abandonare Trujillo por que en
esta tierra tengo el negocio de mi vida ¡
Ante mi decisión, con dureza digna de mejor causa, me exigieron que
confesara cual era el negocio que tenia. Respondí, simplemente: Mi gran negocio
es el APRA
¿Y podrías decirnos cuantos millones has invertido en el APRA?
¡Yo no se si mis inversiones en el APRA se podrá traducir en millones
de soles! ¡Pero en el APRA y en el Aprismo e invertido la totalidad de mi
juventud, podría decir el integro de mi vida; más, si esos Bienes que son míos,
para ustedes, no valen nada, pues entonces, yo no tengo nada en el APRA ni en el Aprismo!
Fue así como se puso punto final al más doloroso episodio de toda mi
vida…
Y el jefe del Partido, ocasional testigo del vejamen, me dio una
palmada en el hombro izquierdo, mirando fijamente a los instigadores, me
ordeno: ¡Continúa tu Sesión!
Sobre el rol de los apristas:
“Los Apristas verdaderos tenemos que encender todas nuestras luces interiores
para que nunca dejes de ser claro nuestro juicio sobre los modos de vivir y
morir, porque no de otras maneras
podremos cumplir nuestros destinos.
La Gran Revolución que venimos
procesando casi desde los primeros años de este siglo que se va, se inició en
lo más hondos y noble de cada uno de nosotros por eso fuimos y somos capaces de
darle franca y vigorosamente, la cara, a las adversidades que no han podido ni
podrán doblegarnos, menos imponernos rumbos extraños ni quedar en los campos de
batalla arrodillados ante los enemigos de todos los futuros o confundidos en
los torbellinos de las derrotas, en el desagüe de las renuncias y de las
traiciones o en el espiral laberíntico de los descreimientos y las confusiones.
Don Julio refiere como el Jefe
del APRA habló a las nuevas generaciones durante su visita en San Pedro de Lloc:
“Si, ayer nos tomo de las manos y nos acerco a su pecho incendiado de
Amor, y nos dijo que la hora y la circunstancias en las que se debate nuestro
pueblo, son oscuras graves, podrían ser
mortales para quienes no son Apristas, para quienes nunca se preocuparon por
saber lo que es el Aprismo pero sin embargo lo combaten.
Y por que es muy preocupante el momento histórico que estamos viviendo,
nos pidió como solo puede pedir un autentico padre que ama, de verdad, a sus hijos, que fuéramos
capaces de responder, creativamente al reto de esta época.
También subrayo la situación en la cual nos han hundido nuestros
tradicionales enemigos, los enemigos del pueblo Peruano; pero sostuvo con
optimismo, que nada existe bajo el cielo que sea insuperable para el ser humano”.
Don Julio Garrido ha sido testigo excepcional de hechos tan importantes
en la historia del APRA, y del Perú, como aquel día de 1945, en que renunció a su
legitimo derecho de ser candidato y Presidente,
auspiciando la conformación del Frente Democrático que ese año ganó
abrumadoramente las elecciones generales, llevando al arequipeño José Luis
Bustamante y Rivero al sillón presidencial, leamos el relato:
En aquella reunión plenaria del aprismo en el colegio de los Hermanos
Haro. Haya de la Torre, en breve discurso, demostró la inoportunidad de su
candidatura, y algo más sostuvo que su postulación podría ser si triunfaba en
la selecciones, sobre lo cual no existía duda alguna, el detonante de otro
cuartelazo que seria desastroso no solo para el partido del Pueblo si no para
el Perú. Dijo, que teníamos que hacer lo indecible para que la nación
entrara, aunque fuera imperfectamente, en su cause democrático.
Otra crónica de Don Julio:
“Desde los días aurorales de nuestro partido, Haya de la torre, ejerció
una pedagogía, clara, transparente y democrática. Nos dijo, reiteradas veces,
en tono de pedido y exigencia, que nunca nos olvidemos de que todos tenemos que
ser responsables más que de nuestras líneas de actividades vitales, personales,
en las Políticas, como en la Programación Cultural, económicas y de moral de
nuestros pueblos. Un aprista, ni como militante ni como dirigente puede darse
el lujo de prometer aquellos que esta seguro que no realizara jamás; tampoco
puede prometer imposibles menos pecar de excesos, de efectos u omisiones de escándalo.
El buen gobernante tiene que ser un hombre de grandes virtudes y de amplio conocimientos históricos
como de los usos y costumbres, de las tradiciones y preferencia de sus
gobernados. También, debe ser, con su pueblo, atento y jovial, por nada debe
perder su buen humor. Debe demostrar su talento tratando y comprendiendo a la
gente sobre la base de conocer sus necesidades y las buenas soluciones optables.
El testimonio final de Don Julio Garrido:
“Si, en 1931 ingrese al Aprismo, firmemente decidido a no apartarme jamás
de sus filos, por que sentí que en el Partido del Pueblo estaba mi lugar; y por
que así me ordenaron, mi corazón y mi conciencia, desde sus raíces originales
afirmadas en las tradiciones y costumbres, como en los anhelos y esperanzas de
la mayoría absoluta de los peruanos que cargamos el infinito peso de nuestros
pesares y sufrimientos, engaños y traiciones.
Nunca he dejado de creer en profundidad, es mi mas alta convicción, que
todos tenemos derecho a soñar, aspirar, luchare por nuevas formas de vivir; y
por eso es nuestra plural y fundamental misión que nos podía ser si no la de
cambiar, por todo los medios validos, radicalmente si no fuera posible en el
mas corto tiempo el rostro feo, horrible de la vida para la gran mayoría de los
seres humanos.
Yo he sufrido mucho y padezco, puedo decir, a diario los infinitos
males de nuestra época, quizá en gran proporción por no haber sido preparado,
adecuada y oportunamente para luchar y vencer, no solo combatiendo los efectos
de los males, si no eliminando y superando las causas de los males; quizá si
eso sea todavía, el talón de Alquiles de
la nación.
El discípulo del Jefe, su relato, su confesión personal:
“Yo he seguido y seguiré la palabra de Víctor Raúl Haya de la Torre sin
tener la audacia de proclamarme su discípulo predilecto, por las siguientes
razones:
Por su extraordinario Talento
Por la vigorosa vitalidad de sus ideas
Por su insobornable lealtad al pueblo
Por su inconmensurable capacidad de trabajo, de estudio,
lucha y sacrificio.
Por su indeclinable amor a la Democracia
Por el despliegue de tales virtudes, Víctor Raúl Haya de
la Torre ha llegado hasta lo más hondo de los peruanos. Especialmente por los
explotados, de los humildes, de los marginados sociales, dándonos a todos una
valedera y revolucionaria razón de ser.
Lo puedo decir: Haya de la Torre, para mí como para todos los peruanos
que llegamos al Aprismo, no en busca de otra cosa que no fuera la posibilidad
de realizarnos ha plenitud, como hombres y
ciudadanos, amante de todas la
Libertades y de todos los derechos humanos, representa mucho más que un gran
dirigente político, porque el ha sido, es y continuara siendo, al infinito”
172 páginas de recuerdos que emocionan a los lectores, podemos
responder que el titulo “CREO EN TI”
ha sido magistralmente escogido por el escritor. De página en página
encontramos un relato y nos conduce mágicamente a la presencia del jefe, maestro
y guía.
En las últimas páginas, revela
hechos importantísimos, especialmente, con la tumba de Víctor Raúl, cuando en
calidad de Secretario General del Comité de la Libertad, afrontó con inmenso
dolor la partida al infinito y su primer día en la eternidad, culminando con su
discurso poesía que recito en el campo santo de Miraflores al maestro que partía
a incorporarse al olimpo de los libertadores.
Finalmente podemos decirle: a
don Julio Garrido Malaver, con las palabras de Víctor Raúl pronunciadas en 1945:
Juraron dedicar a su vida al
servicio del pueblo y lo cumplieron, juraron ser leales, ser puros, ser siempre
desinteresados, defensores de los ideales salvadores del Perú y lo cumplieron.
Ningún halago, ningunas
promesa, ninguna amenaza los han doblegado.
La lucha de Víctor Raúl y de
don julio y de los auténticos apristas ha sido dura, porque fueron pobres, pero
supieron mantener con dignidad y limpieza su pobreza.
Su única aspiración desinteresada
y legitima ha sido y es demostrar al pueblo y a la juventud peruana que si es
posible salvar a nuestra patria, por un cambio de autentica reputación moral en
el más elevado y constructivo del concepto.
Don Julio Garrido es sinónimo
de honestidad, a pesar de su trayectoria política, nunca mercantilizo con ella,
por eso es digno en su pobreza y es ejemplo permanente para todas y la nuevas
generaciones agitaran su nombre, cuando salgan a las calles a conquistar la
sociedad de pan y libertad.
Este es el libro “CREO EN TI” que como el rezo diario de
creer en el padre nuestro, debemos repetir juntos, CREEMOS EN TI VICTOR RAUL, CREEMOS EN TI JULIO GARRIDO MALAVER.
Muchas gracias.
III.- DISCURSO DE JULIO GARRIDO MALAVER: AGOSTO DE 1979.
CEMENTERIO DE MIRAFLORES.
TRUJILLO, EXEQUIAS DE VICTOR RAUL
HAYA DE LA TORRE.
LO DIJE EN NOMBRE DE TODOS
¡VICTOR RAUL!
Estamos aquí, como en el primer Día del Aprismo, hoy en
el primer día de tu eternidad.
En ese ayer, tan lejano, con inmensa alegría porque
después de siglos de tinieblas, de ahogadas protestas, de agonías y muertes: amanecíamos, amanecía en el Perú,
nuestro partido para construir el poderoso e indestructible Partido del Pueblo, el Partido de todos los
explotados de nuestra patria.
En aquel entonces, plenos de ensueños y esperanza. Ahora,
estremecidos de inconmensurable dolor. Como jamás, seguros de que nos diste un
singular y superior destino. Y convencidos, a cotidiano fuego de pasión
libertaria, de acción tenaz y salvadora, de que nos señalaste, a dimensión de
conciencia, una santa misión, durante más de medio siglo con la entrega íntegra
de tu Vida siempre auroral y fulgurante, cual ha sido, es y continuara siendo
la de redimir a nuestros pueblos, a nuestros hermanos de Indoamerica, de todas
las coyundas, de las negativas y negaciones más oscuras, de las nefastas
fuerzas de la ignorancia, de todas las injusticias, de la violencia y el crimen que hasta este jalón de nuestra
trágica Historia, han sido y son aún, los dictados tradicionales de la
caverna.
Estamos aquí, Maestro, no tan sólo los integrantes del
glorioso Frente Único de los Trabajadores Manuales e Intelectuales del Perú que
tú creaste para que fuera ariete contra el Imperalismo, las tiranías y las
dictaduras. También están con nosotros quienes no quisieron hasta ahora, o no
pudieron, comprenderte, por eso te escupieron, por eso no te amaron. Les queda
Tiempo aún para comprenderte y amarte.
Y también están con nosotros, hermanos de nuestra fe en
la integración en nuestros pueblos y de la que será nuestra futura Patria Continental,
si es que la sabemos conquistar como se conquista el poder de crear hasta las
nuevas dimensiones de la Luz y del Tiempo.
Y este sentimiento de fraternal solidaridad, patente
aquí, bajo nuestro cielo, ojalá resulte en tu homenaje, compañero Jefe, el
supremo secreto para la definitiva y autentica conciliación de la Familia
Peruana, posibilidad de prodigio, si se renuncia y olvida la ultimo medio siglo
de oprobios, traiciones, estafas y defraudaciones, dolores, angustias, y
desatinos que nos viene, como nos viene, como la más pesada carga desde lo más
apagados rincones del ayer.
Estamos aquí, como en 1931. Iluminados, compañero Víctor
Raúl, por el mensaje de tu vida brillante, por el imperio de tu entrega total a la defensa de todos los pueblos oprimidos
del mundo, por tu lucha sin treguas, por todo cuanto tuviste oprimidos del
mundo, por tu lucha para que nosotros
fuéramos pueblo sin complejos, disciplinados
y unidos, con banderas
propias y lazos irrompibles de comunión espiritual, cultural política,
económica y social, perfectamente definidos, claros, justos: bases sobres las
cuales nos será posible edificar la integridad y la integración de nuestros
pueblos y la propia integración continental, tan atacada y perseguida ayer y
tan exaltada hoy como el secreto de oro de nuestra grandeza futura y de nuestro
poderío como Pueblo Continente.
Estamos aquí como tú lo querías, decididos a sostener que
la muerte no existe. Que ella no pasa de ser otra cosa que un torcido y vacío
pensamiento equivocado. Porque si es verdad que el hombre apaga sus luces, lo
hace únicamente, como en tu caso Hermano Mayor, para iluminar con le poder que
sólo confiere la eternidad, cuando se tiene derecho a ella, como lo tienes tú,
y para suscribir la gran victoria nuestra que ya tú saludaste
premonitoriamente; victoria a la que exigiremos los óptimos frutos para todas
las siembras del porvenir.
Compañero Jefe: en nombre del Partido, en esta tu hermosa
y fecunda tierra de amor y libertad, te diré, mejor en nombre de tu pueblo,
queremos jurarte, en este que es tu primer día de eternidad, de Vida sin
termino ni viaje por el Tiempo, que no te defraudaremos, que jamás saldrán
traidores a nuestra causa de las Filas del Aprismo, que todos los intentos para
romper nuestra unidad se estrellarán contra nuestros pechos largamente
entrenados para resistir y para vencer a todos los enemigos del Perú y de
nuestro gran Partido.
A ti, por el ejercicio de la eternidad y de la Vida que
te corresponde, no te digo que descanses en paz, porque te siento, porque te
sentimos en nuestros corazones y en nuestras mentes, vivo y luminoso. Tú has
comenzado a caminar en las acciones libertarias de las nuevas
generaciones.
A
ti comenzaremos a encontrarte hasta en la primera mirada de todos los niños que
nacen.
Que en esta hora de dolor, de fe, de unidad patriótica y
de suprema esperanza: todos nuestros miles y miles de mártires levanten sus
brazos izquierdos en alto junto con los nuestros porque se inicia la Vida
Eterna de Víctor Raúl, nuestro perpetuo Maestro…!
¡Hasta después que se borre la piedra, hasta después que
se agote la luz del Universo, hasta una nueva Creación en el Infinito
repetiremos tu nombre :
¡VICTOR RAUL…!
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